Seguí la última ronda del Masters con la convicción de que Jon iba a ganar. Sabía que esperaría su momento y así fue. Brooks Koepka venía de meter todos los putts del mundo y eso no pasa todos los días. Cuando Jon atrapó el liderato en el 6, y luego arañando otro golpe en el 8, y se veía que Koepka no estaba tan acertado como en otras jornadas, empezamos a sentir que Augusta era este año para él.